¡Y volvemos a la carga!
Lamento mis largas ausencias... realmente tengo que conseguir organizarme mejor, porque intentarlo lo intento... pero al final siempre me acaba pillando el toro y, por unas cosas o por otras, acabo retrasando mis entregas. A ver si termino pronto con mi tesina y puedo dedicar el 100% del tiempo que no me quite el trabajo a la literatura.
Bueno, retomando: repasemos los fundamentos básicos de la novela que al final suelen pasar desapercibidos y convierten el modelo de novela predominante en la normativa. ¡Y aquí estamos para explorar la amplitud y libertad de la creación literaria!
Lamento mis largas ausencias... realmente tengo que conseguir organizarme mejor, porque intentarlo lo intento... pero al final siempre me acaba pillando el toro y, por unas cosas o por otras, acabo retrasando mis entregas. A ver si termino pronto con mi tesina y puedo dedicar el 100% del tiempo que no me quite el trabajo a la literatura.
Bueno, retomando: repasemos los fundamentos básicos de la novela que al final suelen pasar desapercibidos y convierten el modelo de novela predominante en la normativa. ¡Y aquí estamos para explorar la amplitud y libertad de la creación literaria!
¿Cuál es el protagonista adecuado de mi novela?
Conocemos de sobra el esquema "protagonista-antagonista-secundario" y las distintas funciones de los distintos tipos de personaje-narrador dentro de una novela, por lo que ahora vamos a intentar profundizar un poquito más.
El esquema "protagonista-antagonista-
- Protagonista(s): son los personajes que “llevan” el peso de la historia. Con frecuencia nos movemos con ellos y vemos el universo a través de sus ojos. Sus problemas y objetivos son los conflictos principales de la historia; sin ellos, no habría novela.
- Principales: son personajes con los que pasamos mucho tiempo y que son vitales para la trama, pero no suponen la referencia de la historia, el personaje del que estamos más cerca. Con frecuencia son los antagonistas o los amores, según el tipo de novela.
- Secundarios: son personajes que realizan un papel más o menos importante, pero no crucial. Con frecuencia son los amigos, los mentores, la familia, etc. Si los extirpásemos de la novela, tendríamos que rellenar su ausencia con otra cosa, pero la novela podría seguir “viviendo” sin ellos.
- Recurrentes: son personajes que aparecen con cierta frecuencia en la novela, pero no tienen un papel definido. A menudo se usan como recurso cómico o marco de referencia. Son jefes, amigos o antagonistas menores, compañeros de trabajo o de escuela, etc.
- Episódicos: son personajes que aparecen de forma esporádica (una o dos veces) y que generalmente realizan una sola función concreta en la escena.
¿Qué podemos rescatar de "la teoría"? Pues la respuesta es muy sencilla: el grado de profundidad con el que debemos diseñar a los personajes siguiendo el esquema que os aconsejé en una entrada anterior. A mayor peso en la historia, mayor necesidad de saber más datos sobre él/ella. Sin embargo, yo le daría la vuelta a esta proposición: a mayor datos tengamos de un personaje, más interés nos despierta y, por tanto, mayor peso le daremos en la trama. Debemos saber identificar aquellos personajes que nos divierten y nos atraen más, pues, en consecuencia, será más probable que diviertan y atraigan más al lector.
Una vez hacemos este primer análisis, podremos clasificar los personajes que tenemos ideados, estructurarlos y clasificarlos. Sin embargo, este paso no es tan sencillo como parece a primera vista, pues a menudo nos encontramos con la siguiente situación: ¿Podemos realmente elegir o priorizar a un personaje sobre otro? ¿Somos los autores realmente capaces de realizar una jerarquía con nuestros personajes en la que no haya ninguna posición compartida?
No, no podemos.
Se nos ha vendido hasta la saciedad la concepción de un único protagonista acompañado de x personajes secundarios y su antagonista. Sin embargo, este estilo de narrativa no es la única opción: podemos recurrir a la Novela Coral, donde el protagonista es múltiple (como por ejemplo "La colmena" de Camilo José Cela) . No se trata de un género en sí mismo, sino que se trata de una forma de narración distinta basada en múltiples perspectivas de una misma situación, de diversos protagonistas, que normalmente suceden paralelamente y se cruzan en varios momentos.
La única pega es que, dentro de esta opción, debemos de ser capaces como autores de llevar no una, sino varias tramas a la vez. Esto es bastante diferente a llevar una novela con distintas acciones en distintos espacios o escenarios, puesto que todas esas acciones responden a una misma línea argumental (una guerra, un romance, etc...). En la novela coral, debemos llevar a la vez tantas líneas argumentales como personajes protagonistas haya, puesto que cada uno vive su propia historia/vida.
En conclusión, la elección del (de los) protagonista(s) suele ser un tanto automática, puesto que responde a filias entre autor y sus personajes. Si aún así tenemos dudas, debemos basar nuestra elección en el grado de atracción e información que tengamos de cada uno de ellos sin olvidar que tenemos la opción de emplear el protagonista múltiple de la novela coral.
Saludos y ¡feliz escritura!
Una vez hacemos este primer análisis, podremos clasificar los personajes que tenemos ideados, estructurarlos y clasificarlos. Sin embargo, este paso no es tan sencillo como parece a primera vista, pues a menudo nos encontramos con la siguiente situación: ¿Podemos realmente elegir o priorizar a un personaje sobre otro? ¿Somos los autores realmente capaces de realizar una jerarquía con nuestros personajes en la que no haya ninguna posición compartida?
No, no podemos.
Se nos ha vendido hasta la saciedad la concepción de un único protagonista acompañado de x personajes secundarios y su antagonista. Sin embargo, este estilo de narrativa no es la única opción: podemos recurrir a la Novela Coral, donde el protagonista es múltiple (como por ejemplo "La colmena" de Camilo José Cela) . No se trata de un género en sí mismo, sino que se trata de una forma de narración distinta basada en múltiples perspectivas de una misma situación, de diversos protagonistas, que normalmente suceden paralelamente y se cruzan en varios momentos.
La única pega es que, dentro de esta opción, debemos de ser capaces como autores de llevar no una, sino varias tramas a la vez. Esto es bastante diferente a llevar una novela con distintas acciones en distintos espacios o escenarios, puesto que todas esas acciones responden a una misma línea argumental (una guerra, un romance, etc...). En la novela coral, debemos llevar a la vez tantas líneas argumentales como personajes protagonistas haya, puesto que cada uno vive su propia historia/vida.
En conclusión, la elección del (de los) protagonista(s) suele ser un tanto automática, puesto que responde a filias entre autor y sus personajes. Si aún así tenemos dudas, debemos basar nuestra elección en el grado de atracción e información que tengamos de cada uno de ellos sin olvidar que tenemos la opción de emplear el protagonista múltiple de la novela coral.
Saludos y ¡feliz escritura!
Personalmente, el personaje más adecuado es aquel que tiene alma, que tiene fuerza, que tiene carisma, que te hace recordarlo después de haber acabado el libro. Eso querrá decir que el personaje ha sido lo suficientemente real, fuerte y carismatico/a como para ganarse un rinconcito en el recuerdo del lector.
ResponderEliminarYo creo que no me baso mucho a la hora de escribir en este esquema... Por ejemplo en la historia con la que estoy ahora, tengo "3" personajes principales, aunque de momento sólo trabaje activamente con dos, pero tampoco llevan líneas de trama diferente (de momento van juntos). No sé, trabajo de una manera extraña... xD
ResponderEliminarPara empezar a trabajar en esto que estoy haciendo ahora empecé con lo que dijiste de los personajes y me sirvió mucho, pero mucho, mucho. Tengo hasta a los "secundarios" muy bien definidos (algo que no me había pasado nunca)
Gracias por los buenos consejos ^^
Un saludo ;)
Qué fácil resulta la teoría y qué difícil es luego llevarla a la práctica. Muy buena entrada, Laura.
ResponderEliminarEstupendo post, creo que me va a servir mucho a la hora de repensar la novela que estoy escribiendo.
ResponderEliminarMucha suerte con la tesina, un saludo =)
Muy buen post.
ResponderEliminarQuisiera añadir la distinción de E. M. Foster, en "Aspectos de la novela" entre personajes planos y personajes redondos: "la prueba de que un personaje es redondo está en su capacidad para sorprender de una manera convincente"
Un saludo
¡Buah, me ha encantado leer esto! Qué completas que sois xD Me encanta.
ResponderEliminarMuchas gracias a tod@s ^^ Me esforcé mucho por hacer una entrada diferente y útil.
ResponderEliminarEspero seguir sorprendiendo y seguir aportando buenos consejos ;)
Y no me cansaré de decirlo, si tenéis alguna petición, sugerencia o duda, es el momento y lugar para expresarlo ^^
Yo creo que las tramas surgen de los personajes con matices y un pasado que les persigue. A veces, la trama es mucho más importante que el personaje y entonces éste nos da igual y sólo queremos descubrir el misterio.
ResponderEliminarBesotes lectores. :-)