Siento la tardanza en actualizar esta sección, pero los seminarios del máster y el proceso de edición de mi nuevo libro me están absorviendo bastante...
Finalmente, pude sacar un ratillo libre para sentarme de nuevo tranquila y redactar una nueva columna para esta gran sección. En esta ocasión, he decidido dar respuesta a una petición que me pusieron en los comentarios de la anterior entrada.
¡Allá vamos!
Los diálogos
Como todos sabemos, los diálogos son discursos orales o escritos en los que se comunican entre sí dos o más personas. Consisten en un intercambio de ideas, conocimientos, etc. gracias a la cual se puede conocer en mayor profundida el carácter de un personaje dentro del mundo literario, y es precisamente en ese hecho en el que radica toda la importancia de conseguir mantener buenos diálogos a lo largo de la obra.
Pueden ser más dinámicos o más estáticos, más agresivos o más delicados... Todo depende del personaje, de la intencionalidad del autor y del contexto de la escena:
- Personaje -> determinará las palabras que utiliza en sus intervenciones. Igualmente, deberá tenerse en cuenta su personalidad para que haya coherencia en su forma de reaccionar ante lo que le dicen los demás. Pueden tener, incluso, coletillas que empleen continuamente, ser irónicos, hirientes o, incluso, tímidos y apocados (todo esto pertenece a la parte del diseño).
- Intencionalidad del autor -> dependiendo del momento de la obra en la que nos encontremos, podremos querer desvelar más o menos secretos. Por ello, la intensidad de los diálogos, la carga emocional o, incluso, la temática de los mismos estarán muy influidos por este factor. Un autor puede juzgar que una escena le está quedando demasiado dramática y creer necesario incluir un poco de humor. Igualmente, puede querer que sus personajes se sinceren un poco para que se conozcan más o, simplemente, dar a conocer algunos aspectos del pasado de algún personaje.
- Contexto de la escena -> no es lo mismo encontrarse ante una puesta de sol en el mar o en la oscuridad de una gruta con la respiración de un mounstro descomunal como única compañía. Ante algunas situaciones, los personajes susurrarán, gritarán, contendrán el aliento o, incluso, conversarán con ellos mismos en voz alta.
Es importante no perder de vista estos aspectos, pues darán mucha coherencia al diálogo a la vez que dan consistencia al diseño de los personajes y al desarrollo de la historia. Si os dais cuenta, suelo insistir mucho en la coherencia en casi todas las temáticas de mis consejos literarios, pero creo que es la base imprescindible para poder escribir un buen relato que enganche al lector.
Visto esto, debemos tener en cuenta ciertos trucos. Si buscamos dinamismo, evitaremos describir entre intervenciones para dar sensación de rapidez. Huiremos de las frases largas y trataremos que los personajes se interrumpan entre sí:
- ¡Jamás me esperaría algo así de tí!
- Pero, ¿qué te has creído...?
- ¡No me vengas con excusas!
- Jamás te dije que yo...
- ¡Déjalo! No quiero oirlo.
Si pretendemos una conversación pausada que transmita una sensación de paz y serenidad, buscaremos todo lo contrario: frases largas, con muchas descripciones entre intervenciones.
- Lo siento mucho - murmuró finalmente en apenas un susurro. Parecía que le costaba la vida encontrar las palabras para expresarse y, maldiciéndose por ello, se echó a llorar silenciosamente. - Lo siento - repitió de nuevo, bajando la mirada al suelo.
Ella le miró con calma. Podía ver el dolor reflejado en sus ojos. Quería decirle que ella también lo sentía, pero sentía que la voz jamás llegaría a salir de su garganta.
- No pasa nada - respondió acercándose a él, atreviéndose a apoyar su mano titubeante en el hombro tembloroso del muchacho - Lo entiendo.
Aunque los dos diálogos pueden trasnmitir un momento de tensión, los contextos, el carácter de los personajes que intervienen y la intención del autor son cláramente distintos.
Es importante también especificar que la parte más difícil de un diálogo suele ser, precisamente, las descripciones entre intervenciones. Normalmente, suelen faltar adjetivos para calificar a los personajes que conversan, sobre todo en los diálogos largos, y verbos para describir qué hacen estos personajes mientras hablan entre sí. Lamentablemente, la única solución para este problema es tener el vocabulario necesario para variar las epxresiones y no repetirte. Jamás, repito, jamás debe eliminarse una descripción por no dar con la palabra precisa. Estas frases entre intervenciones dan una riqueza inmensa a los diálogos, y suprimirlas resta calidad, profundidad y veracidad (ojo: excederse hace que la lectura sea excesivamente lenta, por lo que hay que tener mucho cuidado también con eso). Describir correctamente permite que el lector tenga que esforzarse menos por imaginarse la escena y, por tanto, que la lectura sea más sencilla y amena.
Hasta aquí la edición de hoy. Espero que os sirva de ayuda y que haya satisfecho la petición completamente. Como extra, os adjunto el link de un blog que se dedica en exclusividad a especificar las diferencias entre términos que podrían parecer sinónimos para ser más precisos de describir entre intervenciones: http://palabreajes.wordpress.
¡Feliz escritura!
Qué util :) Muchas gracias por toda esa información ^^
ResponderEliminarTambién hay que tener en cuenta el nivel cultural del personaje. No podemos hacer que hable muy culto cuando se supone que es un mendigo o barriobajero. De hecho, el contraste de vocabulario de los personajes es un elemento muy positivo en una historia. En "El Nombre del Viento", por ejemplo, me encantó la escena en la que hablan palurdo. Y cuando están en la universidad se nota mucho, en contraste de cuando está en las calles...
ResponderEliminarQué buena entrada :)
ResponderEliminarEsperaba esta entrada con ganas, gracias por dedicarle unas líneas a los diálogos! A mí me cuesta especialmente la descripción entre intervenciones e intentar no repetir el verbo "decir"... pero bueno, habrá que ir puliéndose poco a poco. Un saludo!!
ResponderEliminarGracias! Me ha sido realmente útil ^^
ResponderEliminargracias chicas! me es muuy util =)
ResponderEliminarbesos!
me ha encantado, y muy útil, GRACIAS^^
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios tan positivos ^^
ResponderEliminarComo bien dice Alexia, el nivel cultural del personaje es algo que no debe dejarse de lado. Forma parte de su diseño y, por tanto, debe ser coherente a lo largo de toda la obra.
¡Un saludo!
Ya conocía lo que contáis y lo veo una entrada muy útil. No sabía que vosotros también teníais una sección de técnicas de escritura.
ResponderEliminarEstupenda entrada. También es una parte importante la correcta puntuación de los diálogos, lo que conocemos como "rallitas", se suele cometer muchos errores al puntuarlos (¿tal vez para la próxima entrada?).
ResponderEliminarCiertamente cuando se escribe un diálogo además de ser escritores tenemos que transformarnos también en actores para darle veracidad al comportamiento de cada personaje.
Tremendamente útil. Gracias!!!
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